- DIRECCIÓN
- FECHA DE CREACIÓN
- DESCRIPCIÓN:
Constituye una
representación arqueológica de la extinguida cultura de los Quitu-Cara, pueblo
guerrero que desaparecieron con la llegada de los Incas al Ecuador.
Este sitio posee 15
ramplas como se les dicen aquí, son pirámides en formas de (T) Legadas, hace
más de 1500 años de historia del Ecuador antiguo.
Se aprecia en la
plataforma de barro cocido ubicada en la parte superior de la pirámide 13, la
evidencia de la huella humana de una pisada (pie derecho) realizada cuando el
barro estaba aún fresco y con cualidades plásticas adecuadas para estampar
dicha impronta.
En un lugar
privilegiado con una vista hermosa rodeado de una bella vegetación y una fauna
impresionante la cual nos permitirá de vez en cuando mirar algún oso, conejos,
pumas o simplemente la famosa llama la cual está acostumbrada al increíble frio
que hace en este mágico lugar. Al mirar a nuestro alrededor fácilmente podremos
transportarnos hacia 1500 años atrás donde la Princesa Quilago reinaba en este
lugar.
Fueron bloques de
cangagua y chocoto los materiales utilizados para la construcción de estas
quince pirámides truncas, de las cuales nueve están provistas de rampa las que
constituyen este gran parque arqueológico.las tumbas indígenas de planta
redonda complementaron la estructura arquitectónica o urbana de la zona de lo
que fue el centro de irradiación cultural y religioso o centro astronómico.
Todos estos años de
historia encierran en Cochasquí, los valores prehistóricos registrados a través
del tiempo nos han dejado evidencias tangibles e intangibles imposibles de
ignorar, a pesar de haber pasado la conquista incásica y la conquista española,
la época republicana y hasta la presente fecha Cochasquí se mantiene perenne en
el tiempo como baluarte nacional. Este místico lugar invita a los visitantes a
conocer el valor y coraje de nuestros antepasados que fueron los pilares de lo
que hoy es la nacionalidad ecuatoriana, pues no en vano por diecisiete años
esta zona fue cuna de la resistencia contra la expansión del imperio inca.
Cochasquí representa
una formación social comunitaria, cuya organización política se basaba en
señoríos étnicos, que agrupaban cacicazgos conformados por "Bulus, Ayllus
y Asambulus". Cochasquí dice la historia estuvo regido por una mujer
gobernadora a quien se llamaba Quilago o Quelago, pero hasta el momento este
parque arqueológico de investigación científica todavía es un enigma para
científicos y arqueólogos, pues algunos sostienen que el mismo fue un complejo
habitacional para la clase elite indígena de la época, otros concuerdan que fue
un verdadero observatorio astronómico y por otro lado, algunos dicen que fue un
pucará o fortín para la defensa militar. A pesar de no tener un consenso sobre
la funcionalidad original del complejo, se destaca la magia y energía que se siente
en el lugar, lo que se complementa con la belleza escénica de su entorno que
permite una visión de 240º para apreciar elevaciones como el Pambamarca,
Pichincha, Cerro Puntas, Cotopaxi, Cayambe, Illinizas; también se observa los
valles de los Chillos y Tumbaco, al igual que Quito y el Panecillo
Además se realizan
encuentros de grupos como shamanes, médicos naturistas, nósticos, astrónomos y
médicos bioenergéticas, además de las celebraciones en la temporada de
solsticios y equinoccios. Este centro arqueológico también cuenta con dos
museos en los que se exhiben piezas arqueológicas de dos periodos: Cochasquí I
y II, además que se narra el proceso evolutivo del sitio.
- Tradicion
La zona de Cochasquí,
de ascendiente cayambi, estaba gobernada por la princesa Quilago, quien se
había fortificado en los bancos al norte del río Quispe (Pisque), lista a
detener el avance de las tropas incas. Entre escaramuzas, batallas y
negociaciones, durante dos años, Quilago y sus aguerridos guerreros, apoyados
por el unificado señorío de Cayambi, detienen al invasor.
La leyenda nos relata
que ella, a pesar de ser prisionera y del buen trato que le dispensó el Inca,
nunca olvidó a sus compatriotas; por ello en confabulación con el Señor de
Cayambi, refugiado con el grueso de su ejército después de varias derrotas en
la zona Caranqui, urdió una trampa para el Hijo del Sol, Huaina Cápac. En
efecto, conocedora de la atracción que el Inca siente por ella, lo invita a una
recepción en su palacio, donde lo intenta seducir con un erótico baile, en el
transcurso del cual haría caer en un pozo camuflado al Señor del Tawantinsuyo.
Suponía que sin el Inca, como general en jefe del ejército, los sureños no
reaccionarían rápido, y ante la confusión generada, las tropas cayambis
atacarían exitosamente al desmoralizado ejército quechua.
- MULTIMEDIA
- INFORMACIÓN
COSTO:
Adulto: $1,00
Extranjero: $3,00
Escolares: $0,50
Colegio $1,00
HORARIO:
Lunes a Domingo 09:00 a 16:30
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